La mariposa y el dragón enmascarado
Tomé asiento en la gran butaca roja de Manolo Hidalgo. Otros insignes artistas habían plantado sus posaderas en ella. La mariposa revoloteaba. El amor perdido siempre está al acecho. El dragón amarillo, refugiado en la camisa, me defendería. Las máscaras no sirven para nada.
Imagen a tamaño completo: 522 KB | Visualizar Descargar